Historia y leyendas


Apartamentos con encanto en el rural Gallego, Ponteareas, a orillas del río Tea, con una finca de 3.500 m2, ideal para venir con niños que pueden disfrutar de ella con seguridad al estar totalmente cerrada. Dispone la finca de diferentes espacios, con diversidad de plantas y árboles, y sin lugar a dudas lo más llamativo es la tranquilidad que transmite el lugar.

HISTORIA DEL PUENTE. MITOS Y LEYENDAS.

 

A ponte das Partidas se encuentra en la parroquia de Moreira, Ponteareas, y ha servido desde haces muchos siglos para unir las orillas del Río Tea. Aunque cuenta la leyenda que el puente fue construido en una sola noche por los «mouros», en realidad se trata de uno de los cuatro puentes de orígenes romanos que cruzan el río desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Miño. Se encuentra a escasos kilometros río abajo del Puente de los Remedios, que se haya en la localidad de Ponteareas. Aunque posiblemente su origen sea romano, el puente conserva muchas características medievales, ya que sufrió serias modificaciones a lo largo de la historia, sobre todo en los siglos XIV y XV. Se trata de un construcción de 41 metros de largo por 4 metros de ancho, compuesto de cuatro grandes arcos, de los cuales los dos centrales presentan arcos apuntados y los dos laterales conservan el arco de medio punto primitivo. A los lados tres pequeños aliviaderos completan el puente. Formaba parte de la vía que conducía desde Tui a Ponteareas para aquí unirse con la vía que iba desde Baiona a Ribadavia.

Hay varias leyendas que explican en nombre de este viejo puente. En una de las cuales nos cuenta que el puente era el centro de reunión de una banda de ladrones que se juntaban aquí para «partir» (repartir) los botines. Otra nos cuenta como un grupo de caballeros que desde aquí «partían» a otros lugares para luchar contra los moros. Otra nos dice que aquí se juntaban siete hermanos (Asunción, Lucía, María de la O, Marta, Amaro, Blas y Cibrán) que decidieron predicar la palabra de Cristo para combatir los males de aquellos remotos tiempos, con lo cual prometieron se protegerían unos a otros y para ello allí se juntarían en este lugar cada cierto tiempo para sellar su unió y luego «partir» otra vez en diferentes direcciones. Fue tanta su labor de predicación y de hacer el bien que cuando murieron crecieron sobre sus cuerpos siete montes, los cuales miraban en dirección al Puente de las Partidas continuando así la promesa que habían sellado. Todos ellos fueron santos y venerados en las poblaciones donde crecieron esos montes, en los cuales se hicieron siete capillas (Pesqueiras, Ganade, Picoña, Ribarteme, Lira, Areas, Guláns).

Como muchos otros puentes de Galicia, el de Moreira, también fue utilizado por numerosas mujeres embarazadas que pretendían que su gestación llegase a buen término, para ello, a medianoche, esperaban al primer viandante que pasara y este debería apadrinar al futuro hijo rezando unas oraciones y tirando unas monedas al río. Después de esto se realizaba una fiesta como si de un verdadero bautizo se tratase. Por esta tradición el puente ha llegado a denominarse también Puente de las Paridas.

Además del bonito marco natural donde se encuadra, la zona cuenta con un área recreativa con merendero y que, además, en verano se convierte en una agradable playa fluvial. Para los aficcionados a la pesca, el río es apto para la pesca de la famosa y deliciosa lamprea , como así lo demuestran las pesqueiras habilitadas en zonas próximas al puente.